¿Cómo presento un presupuesto? ¿Cómo fijo el precio de mi trabajo? Estas preguntas son tan simples como frecuentes, pero por alguna razón difíciles de responder.
Amateur, freelance o emprendedor, tiemblan delante de un folio en blanco al intentar confeccionar sus primeros presupuestos y poner precio a su trabajo.

¿Cómo conseguir transmitir seriedad y confianza a un posible cliente y demostrarle esa profesionalidad en nuestro primer contacto?

Es necesario que el cliente visualice el proyecto para poder seducirlo y no caer en un error generalizado de dar exclusivamente el precio. Esto será posible incluyendo un completo estudio que describa las fases y elementos que compondrá su encargo.

El presupuesto tiene que ser breve, claro y completo. No andarse por las ramas y trasmitir la mayor cantidad de ideas en el menor espacio posible.
Pensar que el cliente no sabe. Si le pasamos un presupuesto excesivamente técnico, no le llegara nuestra idea de la mejor forma para que la visualice.
Indicarlo todo, desde una presentación de la empresa, hasta la solución que pensamos darle al proyecto. Ejemplos de proyectos ya realizados y un presupuesto cerrado indicando que incluye y, casi tan importante, que no incluye.

Un esquema a seguir sería este: Una presentación de la empresa, una introducción del problema presentado y como hemos resuelto la solución mas conveniente, una descripción de la funcionalidad dada al proyecto, la metodología seguida para la resolución del mismo, tiempos de ejecución con fases de presentación y tiempo de finalización (en el presupuesto son orientativas hasta que se formalice el contrato definitivo), garantías de mantenimiento si es necesario y formas de pago.

Es mejor que los presupuestos se parezcan a contratos que pecar por escasez. Un presupuesto bien presentado da confianza y un porcentaje muy elevado de aceptación.

En el siguiente post os hablare de un tema quizás más importante y complejo: fijar el precio al trabajo.

Tema:

Producción y desarrollo